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lunes, 1 de febrero de 2016

TU RAZÓN vs. LA VERDAD

Hoy, el mundo y gente viven consternados ante la desesperanza de un cuadro político, social y moral, que no ofrece una vida digna y tranquila. 

El futuro no es visto con mucho entusiasmo por parte de cada habitante en la tierra. Los niños, los jóvenes, padres y abuelos desean algo mejor para la familia.

Los gobiernos se han dedicado a promover toda clase de leyes que nos lleva al atraso, a romper todo lo que hemos avanzado como sociedad en la estructura familiar y poblacional.

Existe una sombra de incertidumbre y de confusión a nivel general, que ha dejado de ser una amenaza, y está siendo palpable en la forma que se desmorona la base y fundamento de una sociedad,

que fué construida dentro del esfuerzo moral y el amor colectivo. Con unidad de propósito, y con la firme convicción de que no existe una base más sólida que la familia.

Quizás usted al igual que yo, se ha preguntado, como es posible que las personas que dirigen los destinos de la humanidad, estén actuando con tal imprudencia?

Amigo (a), todas las cosas tienen una razón de ser y una forma de llevarlas a cabo, y no suceden por casualidad. 

Pero, cuando esas cosas suceden y no logramos comprenderla, aún con nuestro más aguzado sentido común, es porque están más allá del razonamiento humano y hay que analizarlas desde una perspectiva distinta, que no es precisamente humana.

Sé que quizás estás harto de oír sobre asuntos espirituales y la cosmovisión de la vida y la creación, y puedo comprenderlo.

Pero no puedes negar que a pesar de que te fastidia el tema, a veces en tus razonamientos de ciertas cosas, se te agota la lógica, y terminas en una especie de 'limbo' sin salida.

A mí me pasó demasiadas veces hasta que decidí dar un lugar a esa pequeña duda, y asegurarme de que no estaba equivocado. Pero resultó lo contrario, y sí, estaba equivocado.

Pero doy gracias a Dios de haberlo descubierto, porque me dio la oportunidad de examinar las cosas un poco más allá de mi pobre mente limitada. 

Y eso me llevó a descubrir que aquel tema que tanta incomodidad me causaba, me llevaría a despejar tantas dudas e incredulidad y borrar mis grandes temores. 

Descubrí que no tenía que vivir en la ignorancia que me sumergía en un mar de incertidumbre y de limitaciones para avanzar en la vida.

Podía caminar sin el temor al abismo. Podía comprender cosas que no hubiera comprendido jamás desde el plano únicamente humano.

Hay una línea muy fina entre las cosas naturales y las sobrenaturales, y a la gente le causa pavor porque temen cruzarla. De ahí, que te fastidie tanto el tema del cristianismo.

La Biblia dice "mi pueblo perece por falta de conocimiento". Y es así, pero el conocimiento te lleva a descubrir la verdad de las cosas y entonces, tomar desiciones correctas para no perecer o errar.

Descubrí que esa línea existía, cuando mi hijo de 36 años, enfermó de dos tipos de Leucemia, a la edad de 14 años. 

Recuerdo a mis amigos dándome sus bien intencionadas palmaditas en la espalda mientras me decían: "Papá, yo sé que eres un hombre de mucha fe en Dios, pero tienes que prepararte."

Yo siempre decía: "Si lo que yo he creído de Dios y la fe, son cierto, pues me estoy preparando para la vida de mi hijo." Dice la Biblia: "Es pues la fe, la certeza de lo que se espera, y la convicción de lo que no se ve."

La buena noticia es que todos tenemos fe, y que la podemos llevar a otro nivel si encontramos la forma de hacerlo. 

Otra buena noticia es que, a través del conocimiento de la Palabra de Dios y con la ayuda del Espíritu Santo, podemos elevar el nivel de nuestra fe y alcanzar cosas que jamás hubiéramos logrado solos.

Amigo (a), vivimos en un mundo turbulento, y cada vez se hace más difícil la convivencia. Todo apunta a un futuro caos terrenal. Los dirigentes serán incapaces de frenar lo que se avecina.

Podemos vivir sin miedo, podemos vivir tranquilos a pesar de eso, pero tenemos que cambiar la visión terrenal por algo superior, y ese es Dios.

No hay duda que tienes la suficiente inteligencia para reconocer la verdad y la mentira. Podemos llamar mentira algo que en lo más íntimo de nosotros sabemos que no lo es.

Eso sería engañarnos a nosotros mismos. Podemos escoger vivir en la verdad o vivir en la mentira. Lo que no podemos es, vivir en la mentira llamándole verdad. 

La verdad es sólo una, la verdad es Cristo. "Si hoy oyéreis su voz, no endurezcáis vuestro corazón."

Amigo (a), te invito a que examines detenidamente tu vida. Que reconozcas que Dios te ama y que derramó su sangre en la Cruz por toda la humanidad. 

Que mediante ese sacrificio otorgó perdón para salvación a ti y a toda la humanidad. Que sólo debes pedir perdón por tus pecados pasados. Y que Él te perdona al instante para que puedas comenzar una nueva vida.

Para conocer más sobre como se ha desarrollado el conflicto en el cercano Oriente desde una base bíblica, puedes ir a mi página en Facebook:
https://m.facebook.com/Igl.montedeDios/




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